
HUERTOS METROPOLITANOS – EASY TO USE
Un huerto es pasión, placer, satisfacción y sobre todo diversión, pero en la ciudad debe tener otra peculiaridad fundamental: ser práctico, fácil de usar y no requerir demasiado mantenimiento.
Es cierto que un huerto tiene sus propios tiempos dictados por la naturaleza y que rara vez se pueden forzar o acortar. El sol y la temperatura siguen siendo funciones difíciles de gestionar por el ser humano, al menos en un huerto metropolitano en el que el espacio suele ser muy limitado y no se pueden prever sistemas de calefacción o radiaciones especiales.
FÁCIL DE USAR
Un huerto no siempre es sinónimo de una actividad funcional fácil de gestionar. Hay que cuidar las plantas y preparar la tierra antes de sembrar o trasplantar las semillas. Hay que regar las macetas, colocarlas en la parte más soleada del balcón/terraza y controlarlas.
El entorno debe ser agradable e inspirar deseo y pasión por trabajar en él para producir el resultado esperado que, además, satisfaga el esfuerzo invertido.
UNA PREPARACIÓN IMPORTANTE
Para conseguir una gestión más satisfactoria, es necesario invertir en la construcción de nuestro huerto.
No hay que subestimar tres elementos:
- Maceta
- Tierra para macetas
- Las semillas
Es difícil decir en qué porcentaje son todos indispensables e importantes, incluso conjuntamente, pero una buena selección de los tres componentes ya garantiza un resultado positivo y probablemente incluso excelente.
En esto también hay muchas analogías con la actividad deportiva y, en particular, en aquellas disciplinas que implican el uso de equipos o materiales sofisticados. La excelencia en todos los aspectos mejora el rendimiento y, en consecuencia, también el resultado.
Por otro lado, a menudo se piensa que todas las semillas son iguales, mientras que existen cualidades diferentes y en algunos casos incluso raras. También es importante conocer las calidades más adecuadas para plantar según las diferentes latitudes, la exposición al sol de la terraza/balcón y las diferentes temperaturas.
El suelo es otro elemento a menudo descuidado, quizá el más olvidado de todos. De hecho, el grado de nutrición y el nivel de acidez suelen ser factores decisivos para determinar el éxito de un cultivo.
Coco, perlita, humus de lombriz son las alternativas preferidas por los cultivadores más exigentes, experimentados y orientados a los resultados.
La maceta también es una herramienta poco cuidada en la que a menudo no se quiere invertir lo suficiente y se acaba con una maceta inadecuada, desde los materiales hasta el tamaño.
En primer lugar, una maceta de plástico no es transpirable y el cultivo plantado sufre por ello. Además, tiende a decolorarse rápidamente con el sol, lo que resta estética a todo el balcón.
Sin duda es más adecuado un recipiente de barro, que, sin embargo, tiende a desmoronarse con el tiempo si también está expuesto a la intemperie.
También hay macetas de cerámica blanca, estéticamente muy bonitas al principio, que luego tienden a ennegrecerse y no se pueden limpiar.
Muchas de estas macetas también son voluminosas y, una vez llenas, son inamovibles, ya que son muy pesadas y no están equipadas, en la mayoría de los casos, con ruedas.
Las macetas son también un importante elemento de diseño y decoración y deben elegirse con cuidado a la hora de planificar y construir un huerto.
De hecho, hay que pensar en una maceta moderna, fácil de usar, fabricada con plásticos reciclables, con tapas exteriores también de material reciclado, lavables y con la posibilidad de cambiarlas adoptando un nuevo color para la terraza, igual que se cambia el color de una pared o de un sofá.
Además, una maceta debe convertirse en un ente autónomo capaz, en la era de la tecnología, de regarse a sí misma y proporcionar información útil a su propietario, desde la temperatura exterior hasta el grado de humedad del aire y del suelo.
Por último, la maceta representa el hardware -el elemento "parlante"- del sistema de huerto y, como tal, también podría funcionar durante todos los meses del año, debe ser funcional y absolutamente bella a la vista.